DEL SER MUNDO AL SER MEMORIA



Gabriel Berber


Dormir es distraerse del mundo
J. L. Borges


Existe una relación constante entre tres pequeños cuentos de J. L. Borges que ponen en juego la idea y el deseo que deviene de la extensión y la conquista de un todo o del todo a partir de un particular, es donde este devenir acaba determinándose y limitándose debido a su disfuncionalidad que se esconde dicho deseo. Del rigor de la ciencia, El idioma analítico de John Wilkins y Funes el Memorioso son tres obras en donde se presenta, más allá de la construcción constante de signos representacionales que enfrentan lo culturalmente establecido en pro de una creación lingüística y sígnica que pueda abarcar y registrar el todo a partir de la representación de sus todos particulares, nos presenta la dislocación temporal que existe en el sentido de la memoria con respecto a su posible funcionalidad o aplicabilidad en el mundo, considerando al mundo como la síntesis del mismo carácter del todo, y mundo también como un todo en movimiento y fluidez tanto en acción como en tiempo. Ya en Funes el Memorioso el narrador citando a Irineo Funes dirá:

"Mas recuerdos tengo yo solo que los que habrán tenido todos los hombres desde que el mundo es mundo."

Pero, ¿cómo es el recordar los todos particulares y representarlos, renombrados y rehacerlos a la vez? Es el acto del ser espejo y Dios al mismo tiempo una suerte de maquinaria representacional creadora del mundo a partir del mundo mismo. Esta máquina en constante producción es al mismo tiempo la negación del pensamiento y del tiempo. El tiempo pierde su idea de ser como escenario de la construcción del pensamiento, ya que éste funciona a partir de la negación y la afirmación, de lo olvidado y de lo recordado, del gusto y de lo despreciable, de la verdad y de la mentira, es la confrontación entre contrarios, ya que solo a través de este juego el pensamiento escenificado en un ser tiempo es que tiene sentido y se presenta como tal.

"Sospecho, sin embargo, que no era muy capaz de pensar. Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. En el mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos."

-Dormir es distraerse del mundo - dice Funes, pero el sueño solo aparece al dormir, y el sueño es de un particular, el sueño es consecuencia de lo registrado e intencionado, en cierto sentido es la emancipación de la memoria misma, ya sea esta memoria, memoria mundo o memoria particular, en ambos casos se presentan en ser-tiempo.

Curiosamente dormir es dejar de pensar conscientemente, ya que el sueño pertenece al pensamiento inconsciente, en este sentido el tiempo-espacio se despliega entre lo onírico y la vigilia, pero en el caso de Funes, en ese abarcar el todo se invierte en su reflejo:

"Mis sueños son como la vigilia de ustedes. Y también, hacia el alba: Mi memoria, señor, es como vaciadero de basuras."

Ya en Del rigor de la ciencia la inutilidad del mapa en escala real hizo que éste fuera abandonado
y fosilizado lejos de su aplicabilidad en un mundo como cultura en construcción. El mapa como ruina y
la memoria como fósil son los restos e indicios del mismo paso que presupone el devenir del querer ser
mundo y memoria.

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