A MI FAMILIA (un día cero a las cero horas de mañana)

A MI FAMILIA 
(un día cero a las cero horas de mañana)



"Somos nosotros los ustedes renombrados, 
los de siempre nosotros."  
EZLN


En esta ocasión y para siempre quisiera pensar no en los presentes sino en los ausentes, y con decir ausentes no me refiero exclusivamente a los que han partido de este mundo, a los que han dejado el sueño que es la vida para despertar ante la verdadera vida que es la muerte. Mi mención pretende pensar no sólo en los que se fueron sino también pensar en los que vienen, pero mas aún quiero pensar en aquellos que están, todos aquellos que están en otras partes, allá lejos, allá cerca y allá no tan lejos. 

Y se que algunos de ustedes se preguntaran ¿por que pensar y hacer mención de unos otros ausentes en un momento tan privado, tan personal, tan intimo, tan familiar como este? o ¿por que hablar de los ausentes y no hablar de los presentes? "que mala educación" algunos dirán, pero les puedo decir que mi mención no es en ningún sentido una omisión o una exclusión, ni mucho menos una grosería de mi parte, al contrario lo que pretendo es un acto de incorporación, de inclusión y sobre todo de cambio de pensamiento. 

Estamos presenciando tiempos difíciles y llenos de abuso, para algunos estos elementos que constituyen la realidad, nuestra realidad, son circunstancias monumentales que carecen de posibilidad alguna de ser cambiados y eliminados, para ellos un "así es la vida" es suficiente para aceptar las desigualdades e injusticias en las que estamos inmersos. Hay otros algunos que ven en esos elementos de desigualdad y malicia los límites de la vida digna, los sobresaltos de la irracionalidad de la cual la violencia se caracteriza y por ende algunos se han resignado de igual manera a la fatalidad de un mañana cada vez peor en el cual sólo un milagrito los podrá sacar del apuro. Pero también hay otros tantos que al ver derrumbarse este mundo, nuestro mundo, ven la necesidad de un cambio, un cambio que piense en primer instancia la esencia de lo natural, pensar en el émbolo primordial que es la vida, la vida presentada en todas sus manifestaciones plurales, fundamentales y básicas. Son esos otros los que han dejado de pensar en uno para pensar en muchos, pues al dejar de pensar en singular y empezar a pensar en plural están pensando en ustedes es decir en nosotros. Y pensar en nosotros debe ser ante todo un pensar por y para los otros, pues entender que las acciones de nosotros se afincan en las afecciones y acciones de los otros es sabernos y comprendernos como una comunidad orgánica cuya afinidad constituye a la vez una relación familiar que pasa de lo privado a lo comunitario y de ahí a lo humano. Esta acción de pensamiento y sentimiento ya es en principio una acción de cambio.

Pero, ¿como pensar que esos otros que están ausentes, que están allá lejos o allá cerca puedan ser hermanos o familiares si ni siquiera los he visto, si carezco de conocimiento alguno de sus personas, si muchos de ellos piensan tan distinto a mi, si ni siquiera hablamos la misma lengua y mucho menos somos del mismo credo o afinidad política e ideológica? o mas aún ¿como pensar una hermandad con esos otros que me han dañado y traicionado, que me han engañado y quitado, como pueden llegar a ser esos otros desconocidos mi familia? Pues yo les diré lo siguiente: ¿Que acaso no los presentes no se conocen lo suficiente y en su totalidad uno con respecto a otro a pesar de ser padres e hijos, hermanos y primos, esposos y abuelos? ¿Que acaso no los presentes difieren de algún modo de pensamiento político, moral y religioso? ¿Que acaso nosotros los presentes no nos hemos traicionado, mentido, lastimado y ofendido mas de una vez en algún momento? ¿Pero es acaso que a pesar de todos esos extrañamientos, errores, desilusiones y diferencias hemos dejado de ser familia, hemos acaso dejado de amarnos? ¿Que relación diferencia a esos otros de nosotrosNADA.

Es por ello que en mi intento de hacer un primer cambio de pensamiento ante el derrumbamiento de nuestro mundo, intento que no por ser simple deja de ser complicado, decido dejar de pensar en primera persona para dar paso a un pensar en ustedes que es un nosotros, ustedes ausentes, ustedes presentes, todos para siempre. Pues ustedes presentes son mi familia como también son los otros ausentes, pues allá lejos tengo hermanos y hermanas, allá cerca también tengo hermanas y hermanos, allá lejos y no tan lejos en el tiempo pasado tengo abuelas y abuelos, y en el acá muy cerca mañana tengo hijos y nietos. La familia es presente, pasado y futuro, la familia son ellos, ellas, ustedes y nosotros. Por ello decido tomar esta responsabilidad y este compromiso. Es tiempo de pensar en ellos, por ellos y para ellos. Enterremos la individualidad que sólo peca de vanidad e ignorancia, emprendamos el camino de los muchos que es el camino del aprendizaje y la memoria. Abramos camino, labremos nuestro sendero, caminemos juntos y adelante.


Gabriel Berber
Desde el sur del sur!
31 de enero, 2013    







   

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