HACER MUNDO ES HACER COMUNIDAD

Gabriel Berber

En su intervención Cuerpos en alianza y la política de la calle* Judith Butler señala, apropósito de los movimientos y manifestaciones multitudinarias ocurridas los últimos años en Occidente y medio Oriente, lo siguiente:

En las manifestaciones […] se congregan cuerpos, que se mueven y hablan juntos y reivindican un determinado espacio como espacio público.(1)

Hablar de cuerpos que reivindican un espacio a través de su acción, de su movimiento y de su aglomeración es hablar de un tipo de cuerpos específicos, es hablar de cuerpos humanos y hablar de un cúmulo de cuerpos en movimiento, cuerpos humanos y por lo tanto orgánicos, que en su acción se relacionan con otros cuerpos, es hablar de la conformación de un cuerpo mayor, es hablar de un cuerpo llamado social. Este cuerpo social es inmanente al cuerpo humano singular y ambos se conforman y estructuran paralelamente, ambos son dependientes uno de otro para su existencia y actividad en el mundo. De igual manera este mundo es conformado como tal a partir de la presencia activa de estos cuerpos, presencia activa que es acción y que depende también del mundo para hacerse presente y atestiguarse como tal, ya Hannah Arendt señaló que:

ninguna clase de vida humana resulta posible sin un mundo que directa o indirectamente testifica la presencia humana. (2)

Es en tal sentido que el mundo se concibe en tanto existe el hombre y esto quiere decir que el hombre se reconoce como tal y a la vez se hace ver ante los otros como hombre, y es este hombre que está en el mundo sólo en relación con otros hombres constatando su presencia e inmanencia. Esta aseveración es fundamental en la conformación que tiene la elevación del concepto de hombre en su carácter de sujeto, sujeto en relación a otros sujetos los cuales en su conjunto componen una comunidad. Esta comunidad se soporta en un mundo espacial y temporal, es en ese mundo que toda una serie de actividades humanas llegan a ser condicionadas por el hecho de que los hombres viven juntos y por lo tanto se relacionan(3). Esta vivencia en el mundo sólo se puede pensar en la acción. El mundo que soporta esta acción no se encuentra dado o está ahí para ser habitado, sino que este se compone y construye por la acción de las relaciones humanas, es por lo tanto un espacio generado y compuesto de acciones y relaciones entre hombres. Por lo tanto el mundo como espacio se conforma de cúmulo de acciones y a la vez este las sustenta y las soporta. Por lo tanto la carencia de acciones supondría a la vez una carencia de mundo y sin mundo el hombre como humano se desplaza de sujeto a objeto y por lo tanto se vuelve pura inmediatez.

"Sólo la acción es prerrogativa exclusiva del hombre; ni una bestia ni un Dios son capaces de ella, y sólo ésta depende por entero de la constante presencia de los demás."(4)

Es de tal forma que podemos señalar tres elementos fundamentales que se ponen en juego ante el concepto de hombre, dicho concepto que no precisamente presupondrá una igualdad. El primero se compone de la idea de mundo en tanto espacio de acción, la segunda es la idea de la acción como conformación de mundo, y la tercera es la idea de conformación de comunidad en tanto cúmulo de relaciones y acciones entre cuerpos que se autoreconocen.

Para hablar del mundo en tanto espacio de acción habría que distinguir primero el desdoblamiento que se hace en occidente de este espacio al bifurcarlo en dos conceptos cuya conformación y dinámica determinaran la dinámica de la misma acción. Esta bifurcación se comprende en términos de espacio público y espacio privado.

Como señala Arendt la concepción y separación de estos dos espacios no son de igual manera en la Edad Moderna como lo fue en la época Clásica, si bien para los griegos el espacio público competía mas a una esfera aristocrática en donde se llevaba acabo el momento político y social, el espacio privado se conformaba en el ámbito del hogar y de lo doméstico donde su esencia radicaba principalmente en las problemáticas de necesidad, sobrevivencia y parentesco. Según el pensamiento griego la capacidad del hombre para la organización política se halla en directa oposición a la asociación natural cuyo centro es el hogar y la familia. El nacimiento de la ciudad-estado significó que el hombre recibía ademas de su vida privada, una especie de segunda vida, su bios politikos. (5) Es en la esfera de lo político que los asuntos de los humanos surgían de sólo dos tipos de actividades según Aristóteles: la acción (praxis) y el discurso (lexis).(6) Entonces se puede entender que la división entre esfera privada y pública en el antiguo pensamiento clásico es una división entre la esferas de lo familiar y la polis, y finalmente entre actividades relacionadas con un mundo común y las relativas a la conservación de la vida. (7) Es en la Edad Moderna que esta división se entrecruza para hacerse menos diferenciadas. La política no es más que una función de la sociedad, que acción, discurso y pensamiento son fundamentalmente superestructuras que competen al interés social. Esta funcionalización hace imposible captar cualquier seria diferencia entre las dos esferas. En el Mundo Moderno, las dos esferas fluyen de manera constante unas sobre otra. (8)

La acción como conformación de mundo nos lleva a una problemática que compete a la performatividad de la acción por lo tanto a lo temporal de lo humano en tanto ser social y por otro lado al entrecruzamiento de lo político y privado, de lo perteneciente a lo común y a la necesidad y conservación. En la acción se reclama la presencia y derecho de ambos espacios. Como señale anteriormente la acción sólo es acción en tanto es una relación con otros es decir es una actividad en comunidad, en multitud y está acción se presenta en dos estadios, por un lado se presenta como alianza y por otro se presenta como confrontación y lucha.

Según Judith Butler

"… los cuerpos en su pluralidad reclaman lo público, encuentran y producen lo público reconfigurando y haciéndose con la sustancia de los entornos materiales; al mismo tiempo, estos entornos materiales son parte de la acción, parte activa en la medida en que se convierten en soporte de la acción […] el entorno se reconfigura activamente y se refuncionaliza…" (9)

La reconfiguración y refuncionalización del entorno material sólo se puede pensar en tanto se presupone una constitución y separación de lo privado y público en el espacio, dicha constitución y separación que antecede a la acción, por lo tanto si en la acción se reclama lo público como acción y discurso quiere decir que el espacio público no estaba dado de anterioridad, no es un espacio a priori si no que se reclama su presencia. Es de tal forma que en la acción de reclamo, en la acción en pluralidad se busca el espacio público, espacio que sostenga a la multitud misma en su acción y este espacio se da , según Judith Butler, en la alianza, alianza de cuerpos que conforman una multitud. Para Arendt este espacio es un espacio que "aparece" en un en medio de la acción entre sujetos, por lo tanto el espacio está entre y en la acción, y es en la acción, en el en medio y en la alianza donde aparece el espacio de lo político, espacio que también la política se genera según Arendt. (10) Este espacio intermedio de aparición que se efectúa entre la acción y el cuerpo también es un espacio que se sostiene y apoya en el cuerpo mismo, como señala Butler:

"Para repensar el espacio de aparición con el fin de entender el poder y el efecto de las manifestaciones públicas de nuestro tiempo, necesitamos comprender las dimensiones corporales de la acción, lo que el cuerpo requiere y lo que el cuerpo puede hacer, sobre todo cuando tenemos que pensar en cuerpos congregados, en qué los mantiene allí, en sus condiciones de persistencia y poder." (11)

Comprender las dimensiones corporales de acción es comprender las dimensiones de necesidad dentro del espacio público, es decir, la condición de lo privado se introduce de manera tangencial en el espacio de acción introduciéndose en la base que sujeta y sostiene la acción por lo público y sobre todo por la misma defensa de la acción. Por lo tanto es en esa defensa y condición de necesidad de la acción en donde la confrontación sobreviene de la alianza, la condición de necesidad y el reclamo de lo común se enfrentan en defensa de su prevalencia y de su ser común en tanto cuerpos por sobrevivir. La acción de alianza que genera en su en medio un espacio político, genera precisamente este espacio para tener lugar a la confrontación en defensa de lo común, ya que reclamar lo común implica estar sostenido sobre un espacio público dado, en este espacio la acción que precede es la acción de necesidad es decir de confrontación y supervivencia. Dicha confrontación y estadio de necesidad nos devuelve, en el sentido clásico del concepto a un momento prepolítico de la acción, en donde tal estadio prepolítico justifica el carácter de violencia como acción y medio para dominar la necesidad. Dicha acción sólo puede y se da en el espacio de confrontación, entendamos ante todo a la violencia como el estadio de gobierno y poder sobre otro, por lo tanto la confrontación se da a través de la violencia en busca de ejercer el poder sobre otro y esto se da no solamente en el nivel de necesidad sino también en el reclamo de lo común ya que la pluralidad de cuerpos se alían para confrontar a un cuerpo otro en busca de un bien común que les compete, ese otro al cual se enfrentan es aquel que impide precisamente esa acción como cuerpos y como comunidad y por lo tanto la aparición del espacio público y político, es ese poder que opera antes de cualquier poder performativo ejercido por una pluralidad(12), ya que la aparición de dicho espacio, la polis clásica, significaría no estar sometido a la necesidad de la vida ni bajo el mando de alguien y no mandar sobre nadie, es decir ni gobernar ni ser gobernado.(13)

Pero como cuerpos aparecer en lo público es hacerse ver como un cuerpo fuera de lo privado, de lo intimo, es presentarse y aparecerse ante los demás, es el reconocimiento que se lleva acabo de igual manera en un espacio que nos sostiene,

"Para que la política tenga lugar, el cuerpo debe aparecer. Aparezco ante otros y otros aparecen ante mí, lo que significa que algún espacio entre nosotros permite que aparezcamos." (14)

es de igual forma según Butler que este espacio de aparición se da "entre" cuerpos. Por lo tanto la acción sólo se da y surge , como hemos dicho, entre cuerpos, cuerpos que prevalecen juntos es decir en la multitud. Pero dicho espacio no siempre aparece, ya que en la constitución de la pluralidad muchas veces quedan fuera una parte de la población. Y esto es un problema importante ya que como señala Butler :

"… dentro del ámbito establecido por la polis, los que están fuera de su definición de pluralidad son considerados irreales o no-realizados, y, por lo tanto, fuera de la política como tal." (15)

es por tal motivo que la acción en el espacio de aparición lleva consigo el carácter de reclamar ese mismo derecho de cuerpos, ese reclamo también llega a hacer del espacio un espacio público en donde se hace aparecer el cuerpo plural y político. Esta voz de reclamo muchas veces es una voz que no nos pertenece, que no es nuestra pero que si reclama lo común, tenemos que aparecer ante los demás según modos que no podemos conocer, que debemos poner al alcance de una perspectiva establecida por un cuerpo que no es nuestro. (16) El cuerpo se expande en relación con otros cuerpos plurales, tal relación y aparición es susceptible de potencializar otras acciones de alianza y confrontación. Esta voz de reclamo del derecho a tener derechos como cuerpos es anterior y precede a cualquier institución política que pueda garantizar ese derecho, este derecho nace cuando se ejerce, y es ejercido por quienes actúan en concierto, en alianza(17) según Butler, pero es en esta acción del cuerpo que antecede y sobrepasa todo derecho legitimado, es decir su acción manifiesta en su performatividad el derecho en sí y para sí.

El reconocimiento y autoreconocimiento como cuerpos en relación se debe hacer a partir de asumir la dimensión de lo social que nos es común, este ir más allá de la individualidad para ir hacia y con relación a los demás es la aparición del cuerpo en su existir político, los cuerpos orgánicos que somos requieren el soporte de un mundo social para poder persistir. Somos organismos vivos que hablamos y actuamos, entonces estamos en relación con un continuo extenso o red de seres vivos; no sólo vivimos entre ellos, sino que nuestra persistencia como organismos vivos depende de esa matriz de relaciones interdependientes sustentadoras.(18) Hacer mundo es hacer comunidad y por lo tanto, como señala Butler, la libertad de ese actuar en el mundo sucede como relación de igualdad entre cuerpos plurales, igualdad que se afirma en la aparición.

*Esta intervención, “Bodies in Alliance and the Politics of the Street”, tuvo lugar el 7/9/2011, en Venecia, en el marco de la serie de conferencias The State of Things, organizada por la Oficina de Arte Contemporáneo de Noruega (OCA).
1. Butler Judith, Cuerpos en alianza y la política de la calle*, revista Transversales no. 26, Junio 2012
2. Arendt Hannah, La condición humana, Paidos, 2009, pag. 37.
3. Ibídem.
4. Ibid, pag. 38
5. Ibid, pag. 39
6. Ibídem.
7. Ibid, pag. 42
8. Ibid, pag. 45
9. Butler Judith, Cuerpos en alianza y la política de la calle, revista Transversales no. 26, Junio 2012
10. Ibídem.
11. Ibídem.
12. Ibídem.
13. Arendt Hannah, La condición humana, Paidos, 2009, pag. 44.
14. Butler Judith, Cuerpos en alianza y la política de la calle, revista Transversales no. 26, Junio 2012
15. Ibídem.
16. Ibídem.
17. Ibídem.
18. Ibídem.

 


 

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